14 ago 2012

Siempre nos quedará...Vietnam

Recuerdo...
El profesor de piscina nos tiraba al agua y nos torturaba con interminables sesiones de largos, rescatando con su pértiga a los desfallecidos; luego de reanimarlos, sonreía y mirando hacia la claraboya por la que entraba la primera luz del del día decía: En Vietnam era peor.  Aún a día de hoy me pregunto que pintaba un instructor de piscina del colegio San Miguel de la calle Rosellón  mencionando aquella lejana guerra que tan descentrado nos ha dejado al querido Charlie Seen. Sin embargo intuyo que la culpa la tuvo Platoon y la Colina de la Hamburguesa, y luego Full metal Jacket y la Escalera de Jacob, y nosotros, aquella generación de descentrados, entendíamos lo que nos quería decir aquel adulto resabio de barriga prominente y bañador paquetero con que ocultaba sus minucias, pértiga en ristre, mueca burlona y ojillos de Confucio disfrazado, algo así como que se la sudaba si sufríamos calambres pero al mismo tiempo nos apreciaba por tenerlas. Hermosa juventud, nuestro Vietnam.

Fin del recuerdo: ahora me baño cuando me sale de los mismísimos y tengo mi propia barriga prominente, así que floto en mi pereza cinco minutos y luego me estiro en la toalla y me leo Dog Soldiers (1974) de Robert Stone, (editada maravillosamente por Libros del silencio en 2010) y le agradezco a América ese trauma que tan buena literatura ha producido. Otras obras maestras son los Despachos(1977) de Michael Herr, y Las cosas que llevaban los hombres que lucharon (1990) de Tim O'brien.