23 mar 2013

Para eso les pagamos

para que se enloden ellos, para que cometan por nosotros los sucios pecados en la fuente, allí los ponemos, en esas fauzes engalanadas, en sofas  de cuero acorchado por cabezas de gomina que ante todo asienten, en ajados pasillos de terciopelo bermellón  emparentado  por el trato con el polvo, también para concretar,  para ponerle nombres y apellidos, a ese abstracto mal, endémico, consustancial a la especie, esa tendencia ególatra-suicida de serse, en tiempos de paz, el añorado enemigo.
No pondría la mano en el fuego por la blancura de mi alma en esos ambientes, que da puntos y premia la perfídia, a duras penas soporta idealismo alguno, sustituye la moral por las formas, y suspende, en aras de un bien mayor (de un grupo, su grupo), la lógica de lo correcto.

veamos, para clarificar lo que dice Dios de nuestras debilidades en la web www.corazones.org, y aquí yo callo y reflexiono:


Todos tenemos una tendencia hacia los pecados capitales
El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás (II-II:153:4) “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”.   

Pecados Capitales
Virtudes para vencerles
1-Soberbiaante el deseo de alto honor y gloriaHumildad Reconocer que de nosotros mismos solo tenemos la nada y el pecado.
2-Avaricia ante el deseo de acaparar riquezasGenerosidad
Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten.
3- Lujuria
ante el apetito sexual
Castidad. logra el dominio de los apetitos sensuales
4- Ira
ante un daño o dificultad
Paciencia. Sufrir con paz y serenidad todas las adversidades.
5- Gula
ante la comida y bebida
Templanza. Moderación en el comer y en el beber
6- Envidia
resiente las cualidades, bienes o logros de otro porque reducen nuestra auto-estima
Caridad. Desear y hacer siempre el bien al prójimo
7- Pereza
del desgano por obrar en el trabajo o por responder a los bienes espirituales
Diligencia. Prontitud de ánimo para obrar el bien