25 feb 2013

Críticos de pacotilla

Hacerse un blog es rápido y gratuito. Ser un capullo también. O sea, que yo pueda decir que 1Q84 es una sedosa vacuidad muy bien puede significar que estamos ante una obra maestra y yo tengo metida la cabeza en el culo. Pero el caso es que leída la segunda parte de "la obra cumbre de Murakami" tuve rápidamente que reparar mi alma herida en pastos más frescos.
Un lector avezado es también persona, duda, se debate, se rasca el picor inevitable ante el escaparate de las novedades editoriales, no sabe por donde tirar, está cansado de cadáveres helados en escandinavia por muy divinos que sean, huye como de la peste de los libros cuyo protagonista es abogado, hace un tiempo que plantó a los superterrenales escritores judío-americanos que escriben sobre escritores judío-americanos, y no hay novedades de  Coetzze, así que en el casino cultural que es una librería, uno olisquea tranquilamente una tarde cualquiera, y espera que el premio esté al nivel de lo gastado y no sea del todo inútil la inversión.

- Mira que es feo Stephen King y lo bien que me lo hizo pasar en mi juventud, - hay un verano al que llamo "el verano de It", el primer tocho que me leí, qué interesante se sentía uno con un libro de mil páginas en el regazo - lo que pasa es que en cada libro se parece mucho a si mismo y aunque me ha gustado, 22/11/63 no llega al notable. Quizás si fuese todavía un chaval en pantalones cortos preocupado por mi virginidad  lo habría flipado, pero me chirrían un tanto los concursos de ciertos afectos azucarando los meandros de una historia por lo demás negrísima.

- Para resarcirse, Volver a empezar (Replay) de Ken Grimwood, qué disfrute le espera al  recien llegado, este si que es mi sobresaliente, querido, añorado libro bueno, acercaos a él con adoración y chitón. es cojonudo y no hay más que hablar.










- pues ojo, igual de cojonuda es la trilogía (de momento sólo hay 2 libros) de Rothfuss,  Crónica del asesino de reyes. aquí se dan la mano la literatura adictiva, muy fácil y feliz de leer, y el empeño paciente y destilado del relato veraz, fresco, vivo; muy buenos lo dos libros, a ver el desenlace.










- para rematar el poker hagánse el favor de leer Un millonario inocente de  Stephen Vizinczey, aprenderán tantas cosas, disfrutarán tanto, hasta podrán encontrar añicos de si mismos  en ese montón de sueños rotos que deja a su paso.



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