Alan Furst a la guerra

Ficha policial

Nombre: Espías de los balcanes (365 páginas, Ed. Seix Barral)
Autor: Alan Furst
Delito: la corrección

Informe:

Cierro el libro. The Guardian "escrito con elegancia, excelente".  Alan Furst es ciertamente el rey de la elegancia.Pero:

Excelente adj. Magnífico, sobresaliente en bondad, calidad o estimación.

Magnífico adj. Espléndido, suntuoso.

Suntuoso adj. Lujoso,magnífico,grandioso.

Va a ser que no. Furst no ha construido  una novela suntuosa, magnífica  o excelente. James  Ellroy con Sangre vagabunda, Don Wislow con el Don del perro o Denis Johnson con Árbol de humo, están dentro de estas categorías. Alan Furst es en comparación un artesano.

Artesano m. y f. Persona que hace por su cuenta objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del obrero fabril. También que domina las técnicas de su oficio

" El autor más inteligente de novelas de espionaje" The Daily Beast. Sólo una bestía podría decir semejante memez sin evidenciar sonrojo , debido al pelo que cubre su cara, supongo. "No se puede pedir una novela más apasionante" The Wall Street Journal. Va a ser que sí. O pedimos novelas más apasionantes o miraremos teleseries como  Breaking Bad o Boardwalk empire para saciar los apetitos menos confortables de nuestra condición. Estas críticas excesivamente encomiásticas dañan y anulan los aciertos de la novela. No estamos ante un libro "escrito con la delicadeza del mejor John Le Carré" (Daily Mail), sí en cambio con "un relato inquietante e instructivo a la vez"( Literary review) o con "un libro brillante, muy recomendable, un thriller de espías maravilloso, cautivador y con un agudo sentido de la historia" (Telegraph). A Roma lo que es de Roma. El mejor John Le Carré o Graham Greene tienen mayor alcance, profundidad de campo y sabiduría que nuestro hombre, pero la crítica busca desesperada un relevo a los maestros. Alan Furst tiene las herramientas, pero aún no, la ambición necesaria para conquistar esas cimas. Nos ofrece un límpido vaso de agua fresca, y ciertamente calma nuestras sed, pero el alma insatisfecha suspira por el vino añejo que tiñendo la lengua sabe a las glorias pasadas.